JxCat y ERC siguen negociando la candidatura de Jordi Sánchez a la espera de la CUP

Puigdemont no se ve como un símbolo del independentismo. Es lo que ha dicho el expresidente catalán fugado en un acto con las juventudes liberales flamencas en la ciudad belga de Gante, en su primera aparición pública desde hace tres semanas; desde allí insta a buscar un acuerdo entre las fuerzas independentistas. Puigdemont sigue apostando por una solución que permita una doble presidencia con su investidura simbólica desde Bruselas y otra desde el Palau de la Generalitat, mientras el nombre que coge más fuerza en las negociaciones para ser investido presidente es el de Jordi Sánchez. Para eso el juez Llarena tiene que permitirle salir de la cárcel de Soto del Real. Torrent, por su parte, no pierde oportunidad para reivindicar su principal objetivo: "Desterrar el 155 de Cataluña y que haya un Gobierno efectivo". Los independentistas han decidido que Jordi Sànchez sea el Presidente de la Generalitat.

Fuentes del Gobierno aseguran que el Ejecutivo esperará la confirmación del juez Llarena y después decidirán si hacen el traspaso desde el 155 a un nuevo gobierno autonómico. Catalá no cree que desde el estatus actual que tiene el señor Sánchez pueda ejercer esas responsabilidades. Tampoco es la mejor opción para el resto de los partidos constitucionalistas: Arrimadas quieren alargar el procés . PP y PSOE creen que Cataluña lo que necesita es un gobierno con urgencia y un gobierno viable y la del señor Sánchez por su situación no lo es. Todos los grupos, unos y otros, esperan la decisión del Supremo sobre si esa hipotética investidura salga adelante.