El Gobierno de Sánchez comienza a tomar forma

La agenda manda, y Pedro Sánchez ha tenido que despedir a la selección española de fútbol con palabras como “esfuerzo”, “sacrificio”, “unión”… Mientras, él está haciendo su equipo y con cada nombre manda una señal política. Una de las claves será Carmen Calvo. Será la única vicepresidenta y ministra de Igualdad. Sánchez quiere dar el máximo relieve al feminismo. Doctora en derecho constitucional, Calvo negoció con el Gobierno el apoyo de los socialistas al 155.

Otra mujer en el Ejecutivo será María Jesús Montero, que será la encargada de estar al frente del ministerio de Hacienda. Con el nombramiento de la que actualmente es consejera de Susana Díaz, Sánchez hace un gesto de reconciliación y sobre todo tiene a una experta en financiación autonómica. Y es que varias comunidades presionan para crear un nuevo modelo económico.

Y más mujeres: Teresa Ribero, ministra de medio ambiente y una de las máximas expertas en el país en esta materia; Meritxell Batet, titular de administraciones públicas, con un perfil conciliador y una convencida federalista que ayudará a abrir una nueva etapa con Cataluña. Junto a Batet habrá otro catalán en el Gobierno: Josep Borrell, un político de estado para tranquilizar a Europa, será el próximo ministro de Exteriores.

Por su parte, el nucleo duro del presidente del Gobierno, el que siempre le ha sido fiel, tendrá un papel fundamental: Margarita Robles se convertirá en ministra de Justicia o Interior, o de ambos; José Luis Ábalos se ocupará del ministerio de Fomento, y seguirá llevando las riendas de Ferraz; Adriana Lasta no se sentará en el consejo de ministros, pero pasará a ser la portavoz de los socialistas en el Congreso.