España y Venezuela apuestan por "normalizar un diálogo bilateral" pese a las "discrepancias"

Así lo han decidido los representantes de los gobiernos de España y Venezuela tras mantener una reunión en la que han evaluado el estado actual de las relaciones bilaterales y de la situación en el espacio iberoamericano.

Y lo han hecho pese a reconocer las "discrepancias y visiones profundamente divergentes" que existe entre ambos países desde que el país latinoamericano expulsó al embajador español, y el Ejecutivo de Mariano Rajoy hiciese lo propio con el venezolano.

Ambos políticos han destacado la "conveniencia de normalizar un dialogo bilateral teniendo en cuenta los importantes vínculos existentes entre ambos países". Por ello, el viceministro ha entregado al secretario de Estado una carta del canciller venezolano Jorge Arreaza dirigida al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis.

Horas antes, el Gobierno de Nicolás Maduro invitó al Ejecutivo de Mariano Rajoy a retomar los espacios de diálogo y a normalizar sus relaciones diplomáticas a través de una carta remitida por el propio Gil a García Casas, durante su encuentro en Madrid.

"Para que volvamos a abrir espacios de diálogo y podamos dentro de lo posible, si así fuera posible, en ese proceso de diálogo, normalizar la relación diplomática con España", avanzó Arreaza en rueda de prensa en Bruselas al término de su encuentro con la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini.

A pesar de "todas las agresiones del presidente Rajoy y su Gobierno contra Venezuela", el Gobierno de Caracas espera "tratar de recomponer esa relación, que España dañó" y que "Venezuela, con mucha nobleza, quiere recuperar con España", según Arreaza.

"Esa es la voluntad del presidente (Maduro). De esperar que España hiciese un gesto, nos íbamos a quedar esperando", aseguró durante la citada rueda de prensa en la capital belga.

EXPULSIÓN DE EMBAJADORES

El pasado mes de enero, el Gobierno de Mariano Rajoy anunció la expulsión del embajador de Venezuela en España, Mario Isea, tras declararle persona non grata, en respuesta al mismo movimiento que Venezuela emprendió contra el embajador español en Caracas, Jesús Silva Fernández.

Arreaza difundió un comunicado en el que declaraba al embajador "persona non grata" acusando al Gobierno español de "continuas agresiones" y de "injerencia". Venezuela reprochaba especialmente a Madrid el haber liderado la iniciativa europea de imponer sanciones contra siete altos cargos del régimen, entre ellos el número dos, Diosdado Cabello.

Por su parte, España denunció las repetidas declaraciones "fuera de tono" del presidente venezolano, Nicolás Maduro, contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que acusó de "corrupto", "racista" y "colonialista". "Ponte a cuatro paticas, compadre, que este pueblo lo que te va a dar es pela", le llegó a decir en referencia a una paliza.

El Ejecutivo español consideró estas declaraciones "inaceptables" y calificó de "proporcional" la decisión de retirar al embajador. Asimismo, ha subrayado en varias ocasiones que no cejará en su voluntad de que se cumplan los Derechos Humanos en el país sudamericano.