El Congreso insta al Gobierno a incluir cláusulas contra los minerales de conflicto en los contratos de suministro tecn

La iniciativa, presentada por Compromís, se aprobó finalmente este martes con modificaciones para recabar el apoyo del PSOE y de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, pero obtuvo el rechazo del PP y la abstención de Ciudadanos. La ponente, Marta Sorlí, puso el foco en el debate en el coltán, un metal de alta conducción utilizado para la fabricación de teléfonos móviles cuyas principales reservas -el 80 por ciento de todo el mundo-- están en la República Democrática del Congo.

"Lo que ya se conoce como 'guerra del coltán' ha causado más de tres millones de desplazados, cinco millones de muertos y centenares de miles de violaciones a mujeres y niñas", denunció.

Durante el debate, todos los grupos estuvieron de acuerdo en la importancia de enviar un mensaje rotundo contra la explotación de personas e incentivar a la industria a rastrear sus cadenas de suministro pero tanto el PP como el PSOE y Ciudadanos criticaron la iniciativa por imprecisa. El PP, por boca del diputado Manuel Blasco, subrayó que no hay ninguna certificación oficial para el empleo de estos materiales, de manera que habría que conformarse con una "declaración responsable de las empresas licitadoras", cosa que es "difícil de comprobar".

APLICACIÓN "ESCALONADA"

La socialista Mar Rominguera, por su parte, criticó que en el texto no se acotasen los minerales que deben estar afectados por esta cláusula, pero finalmente aceptó una transacción en la que, además de señalar que la aplicación debe ser "escalonada", se puntualiza que los contratos públicos deben incluir en sus criterios de responsabilidad social el cumplimiento de normativas laborales internacionales, el respeto de los Derechos Humanos y la no explotación sexual.

El texto definitivo también llama al Gobierno a dar apoyo a las empresas españolas afectadas por el reglamento de la UE que fija obligaciones de "diligencia debida" en la cadena de suministro a los importadores de estaño, tantalio y wolframio, sus minerales y oro originarios de zonas de conflicto o de alto riesgo, para facilitar que cumplan con él antes de su entrada en vigor.

Además, pide impulsar en la UE y otras organizaciones que este reglamento se extienda a otros minerales como el coltán, el cobre o las gemas, y que haya una "descripción dinámica" de las zonas consideradas "en conflicto" a estos efectos. Por último, pide medidas de concienciación entre empresas y consumidores sobre la necesidad de un comportamiento responsable en la importación y adquisición de minerales y sus derivados.