Condenan a seis años de prisión a un hombre que mató a un vecino en Málaga tras una discusión por drogas

Los hechos ocurrieron en abril de 2015 en Estepona (Málaga), cuando, según los hechos probados, el hombre nacido en 1990, se personó en el inmueble de su vecino y comenzó entonces una discusión y forcejearon entre ellos, momento en el que se propinaron golpes y la víctima activó la alarma de seguridad.

Según la sentencia, el acusado cayó sobre una mesa auxiliar que se encontraba en el salón y sobre la cual había un cuchillo "de grandes dimensiones" que cogió y le propinó un total de siete puñaladas en la mandíbula, en el cuello y en el abdomen, además de que terminó degollándole.

Tras ver que había fallecido, le anudó sobre el rostro la capucha de la sudadera, "para evitar ver el rostro" y envolvió el cadáver con la funda del propio sillón en el que estaba la víctima, arrastrándolo hasta el baño de la vivienda. Según la sentencia, posteriormente, se dirigió a la cocina para lavar el cuchillo y trató de limpiar los restos de sangre que había por el lugar.

Asimismo, como la víctima había activado la alarma y el teléfono estaba sonando, el acusado atendió la llamada haciéndose pasar por la victima y manifestando que "en un descuido, no había desactivado la alarma al salir con prisas de su domicilio para ir a trabajar".

No obstante, continúa la sentencia, una patrulla se personó en el lugar, y tras golpear la puerta, el acusado guardó silencio, para esperar que los agentes se marchasen, huir por la ventana del dormitorio principal de la vivienda, y bajar al piso inferior pero fue descubierto por un vecino que, al preguntarle por el ruido que hacía, le dijo que era un operario, por lo que volvió de nuevo al piso y salió por la puerta principal.

Al abandonar el edificio, además, el acusado, que presenta un trastorno de personalidad antisocial y al que le constan ingresos en distintos centros de desintoxicación, hizo uso de las llaves del vehículo de la víctima, al que, posteriormente, prendió fuego.

Por ello, además de los seis años de prisión por un delito de homicidio, ha sido condenado por daños a la pena de 24 meses de multa, con una cuota de diez euros diarios; y a 12 meses de multa por robo, con una cuota de diez euros al día.