La Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa retira su confianza a Agramunt

La Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) ha retirado este viernes su confianza en el senador del PP Pedro Agramunt como presidente de la misma a raíz de su reciente encuentro en Damasco con el presidente sirio, Bashar al Assad.

Según ha informado el Consejo de Europa en un comunicado, dicho órgano también ha determinado que Agramunt no está autorizado a realizar ninguna visita oficial, asistir a reuniones o realizar ninguna declaración pública en nombre de la Asamblea en su calidad de presidente.

El vicepresidente de la Asamblea, el británico Sir Roger Gale, ha indicado que Agramunt "ha optado por no asistir" a la reunión de este viernes de la Mesa y "no ha presentado una carta de dimisión"

"Como resultado de ello, y en el contexto de las actuales Normas de Procedimiento en virtud de las cuales el presidente no puede ser obligado a dimitir, la Mesa ha considerado necesario adoptar estos pasos", ha explicado Gale, que ha presidido la reunión.

"Los estándares y los principios de la Asamblea Parlamentaria son más importantes que cualquier miembro individual y la integridad de nuestra Asamblea debe mantenerse", ha defendido el parlamentario británico.

VISITA POLÉMICA

El senador del PP y el diputado del Partido Demócrata Catalán, Jordi Xuclà, viajaron en marzo a Siria junto con otros parlamentarios de países europeos y rusos y fueron recibidos por Al Assad.

Agramunt ha señalado que hizo el viaje a sabiendas del Gobierno español, pero Exteriores ha explicado que se le desaconsejó que lo hiciera y que el embajador ante el Consejo de Europa dejó claro que si se realizaba el viaje sería a título personal y no en representación ni del Gobierno español ni de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Tras el revuelo que finalmente provocó el viaje, en particular el encuentro con Al Assad, son varios los parlamentarios de distintos grupos políticos, también del Partido Popular Europeo, que han pedido la dimisión de Agramunt, cuya figura siempre ha despertado recelos en los sectores más antirrusos, pues el español es un firme defensor del diálogo con Moscú.