Aprobada definitivamente la reforma electoral para no votar en Navidad cuando ya no va a ser necesaria

La iniciativa fue planteada por el PP en el Congreso y tramitada con urgencia para acortar trámites, plazos y gastos en casos de disolución automática de las Cortes por falta de investidura, para evitar que, de no haber gobierno el próximo 31 de octubre, las nuevas elecciones no coincidiesen con el Día de Navidad.

El Senado ha tramitado con idéntica urgencia la reforma, pero ya no va a ser necesaria puesto que, si se cumplen las previsiones, Rajoy será elegido el próximo sábado presidente del Gobierno. Esta misma tarde, mientras la Cámara Alta debatía esta iniciativa, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunciaba el calendario del debate de investidura.

La reforma ha sido aprobada por PP, PSOE y Ciudadanos, UPN, Foro, CC, AHI, Nueva Canarias y Agrupación Socialista Gomera, mientras que Unidos Podemos, PNV y Convergència se han abstenido. Previamente, el Pleno del Senado ha rechazado dos vetos presentados por Compromís y ERC, que solicitaban la devolución del texto al Congreso. Puesto que no ha sido modificada en el Senado, la iniciativa ha sido enviada al BOE para su publicación y entrada en vigor.

UNA FECHA INEVITABLE

La fecha del 25 de diciembre vino determinada por la decisión de convocar el primer debate de investidura de Mariano Rajoy los pasados 30 y 31 de agosto. La Constitución establece unos plazos a partir de esa votación, que conducían inevitablemente a convocar los comicios el Día de Navidad.

Lo que ahora se aprueba es un añadido a una disposición adicional a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) sólo para regular estas elecciones especiales, pero los cambios no se aplicarán al procedimiento ordinario.

El primer cambio es reducir de 54 a 47 días el periodo desde la convocatoria de las elecciones hasta la celebración de los comicios, y el grueso del recorte se aplica en la fase de la campaña electoral, que pasa de quince a ocho días de duración.

Y como la campaña es más corta, el coste del proceso electoral será menor. En este sentido, PP, PSOE y Ciudadanos han pactado recortar en un 30 por ciento las subvenciones que el Estado abona a los partidos con representación parlamentaria, que el pasado junio fueron de 21.167,64 euros por escaño en las Cortes, 81 céntimos por voto al Congreso y 32 céntimos por voto al Senado.

Igualmente, los tres partidos han fijado una rebaja del 50% en el tope de gasto que se aplica a los partidos que concurren a las elecciones, que en los últimos comicios fue de 37 céntimos por elector, lo que daba un total de 13,5 millones de euros para aquellos partidos que se presentaban en todas las circunscripciones. Con la rebaja, el PP o el PSOE no podrían gastar más de 6,8 millones.

Con otra modificación, los tres partidos llaman a impulsar un acuerdo para "reducir al máximo" los gastos electorales derivados de la publicidad exterior de carácter comercial, fundamentalmente las vallas publicitarias, y es que el PP ya habían indicado que prefería que el recorte se centrara ahí y no en la contratación de publicidad en medios de comunicación.