La prima de riesgo supera los 380 puntos ante la incertidumbre chipriota

La confirmación de Bruselas de que en la resolución de futuras crisis bancarias prevé la posibilidad de forzar a los grandes depositantes con más de 100.000 euros a asumir pérdidas, como ha ocurrido en el rescate de Chipre, ha provocado que la Bolsa madrileña se haya mantenido en la zona negativa a lo largo de la jornada.

Los bancos se han llevado la peor parte, cerrando la sesión en rojo, encabezados por Bankinter (3,89%). Caixabank ha perdido un 3,77%, Popular un 2,19%, Santander un 1,08%, BBVA un 0,44% y Sabadell un 0,35%.

El 'farolillo rojo' de la jornada ha sido Mediaset, que ha retrocedido un 4,79%, seguido de Bankinter, Caixabank, DIA (-3,04%) e Indra (-2,92%). La parte positiva la han aportado Grifols (+1,22%), Amadeus (0,94%), FCC (+0,83%) y Gas Natural (+0,36%).

Los grandes valores tampoco han aguantado el tipo y mañana partirán de posiciones negativas. De este modo, Endesa ha perdido un 1,89%, Iberdrola un 1,8%, Telefónica un 1,59%, Repsol un 1,58% e Inditex un 0,49%.

La Bolsa madrileña se ha movido en los mismos niveles que han mantenido a lo largo del día las principales plazas europeas, todas ellas teñidas de rojo. Francfort se ha dejado un 1,11%, París un 0,98%, Milán un 0,92% y Londres un 0,22%.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha situado en 380 puntos básicos, frente a los 367,4 puntos de la apertura, con la rentabilidad del bono a 10 años en el 5,081%. En el mercado de divisas, el euro ha cerrado en 1,2774 'billetes verdes'.

El analista de XTB Daniel Álvarez ha señalado que el "rescate a la chipriota que se ha inventado Europa, con la doble intención de dar una lección a un sistema financiero offshore y aumentar la presión para que los periféricos tomen las medidas para contener el déficit exigidas desde Bruselas, ha vuelto a traer el miedo a los mercados".

Según ha señalado, Estados Unidos ha logrado "calmar los ánimos", pero ha recordado que mañana los mercados estarán a la espera de la apertura de los bancos en Chipre, "con curiosidad por saber si abrirán un nuevo capítulo en el larguísimo libro que supone la crisis europea".