El precio del viaje en autobús urbano varía hasta el 245% entre municipios, según Facua

Esta diferencia se concreta en el uso de bonobús o tarjeta recargable con trasbordo, existente en 32 ciudades analizadas, cuyo precio medio es de 0,78 euros, frente a los 0,79 euros del año pasado. Solo han experimentado subidas en esta modalidad de billete, aunque de uno y tres céntimos, Córdoba (1,41%) y Pamplona (4,48%), respectivamente.

El trayecto más caro con esta tarjeta es el de Madrid (1,83 euros), seguido por el de Gerona (1,07 euros) y Barcelona (1 euro), mientras que los más baratos son los viajes de Logroño (0,53 euros) y Cuenca (0,58 euros). Esto supone una diferencia tarifaria del 245%.

Por otra parte, los trayectos pagados con bonos sin trasbordo, existentes en nueve de las ciudades analizadas, tienen un precio medio de 0,80 euros, el mismo que en 2015. El más caro continúa siendo el de Madrid (1,22 euros) y el más económico el de Lugo (0,45 euros), lo que constata una diferencia entre ambas del 171%.

En cuanto al billete sencillo, con un precio medio de 1,24 euros, un céntimo más caro que el del año pasado, Facua entiende que debe servir para sufragar el conjunto del sistema, ya que es una modalidad que utilizan los usuarios no habituales y su precio debe ser disuasorio para primar a quienes apuesten por el transporte público.

El precio más alto se localiza en Barcelona (2,15 euros), mientras que el más bajo es de que ofrece Lugo (0,64 euros), una diferencia del 236%. Las cuantías solo han subido en Córdoba, de 1,20 a 1,30 euros (8,33%), y Tarragona, de 1,45 a 1,50 euros (3,45%).

Por último, el precio de la tarjeta mensual que ofertan 26 ciudades oscila entre los 54,60 euros de Madrid y los 20 de Ciudad Real, con una media de todos los municipios de 37,3 euros, frente a los 38,3 euros de 2015.

Además de analizar los resultados, Facua ha demandado a los consistorios que ofrezcan participación a las asociaciones de consumidores en las decisiones que afecten a la calidad y los precios del sector.

Asimismo, ha denunciado que hay ciudades donde no existen bonos, tarjetas monederos o recargables sólo para la zona urbana y los consumidores tienen que soportar precios más elevados al permitir un transporte interurbano y/o comarcal.