La industria cementera prevé reducir un 80% sus emisiones de carbono en 2050

El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, ha sido el encargado de presentar esta hoja de ruta que pasa por la aplicación de medidas, en su mayoría convencionales, que podrían reducir la huella de dióxido de carbono del cemento en un 35% en comparación con los niveles de 1990.

Además, la aplicación de nuevas tecnologías emergentes como la captura y almacenamiento de carbono (CAC) podría aumentar en gran medida este porcentaje, si, aclara, se establecen "políticas específicas y ciertos requisitos tecnológicos previos". En concreto, Oficemen afirma que permitirían alcanzar una reducción potencial del 80% en el año 2050.

En este sentido, Zaragoza asegura que en el sector tienen una "visión clara y comprometida" con la consecución de este objetivo, que cuenta con tres ejes de actuación: la mitigación en la producción, la mitigación en el uso, y por último, la adaptación.

El presidente de Oficemen, Jesús Ortiz, ha hecho hincapié en que este objetivo no "solo está en las manos del sector" sino que necesita del apoyo público tanto del Gobierno como de la sociedad civil para desarrollarse con éxito. Ortiz ha destacado que el cambio climático es el principal reto al que se enfrenta la industria y la sociedad, por lo que considera fundamental "trabajar juntos en un camino hacia la sostenibilidad".

Durante la jornada, la directora de la oficina española de cambio climático, Valvarena Ulargui, ha destacado el "ambicioso objetivo" que se ha marcado la industria, "la primera en España en presentar su hoja de ruta para 2050 para este cambio de modelo", que cree "ayudara a conseguir" el objetivo global marcado en el acuerdo de París para que el aumento de la temperatura no supere los dos grados centígrados a final de siglo.