El Pacto de Toledo acelera la revisión de sus recomendaciones, pero sin tocar la subida de las pensiones

La Comisión de Evaluación y Análisis del Pacto de Toledo del Congreso ha aprovechado este mes de enero, sin actividad parlamentaria ordinaria, para acelerar la revisión de sus recomendaciones, aunque sin tocar aquellos aspectos que más separan a los grupos, como la revalorización de las pensiones, la edad de jubilación o el factor de sostenibilidad.

Sin embargo, distintos grupos han confirmado a Europa Press que sí se han producido avances en asuntos como los mecanismos de información del sistema, el fin de las reducciones a las cotizaciones de la Seguridad Social, la parte dedicada a la lucha contra el fraude o el avance en la simplificación de diferentes regímenes especiales.

Incluso hay un cierto consenso en la necesidad de destopar la base de cotización de las pensiones máximas con el fin de aumentar la recaudación de la Seguridad Social, aunque después los partidos discrepan del siguiente paso: decidir si el destope implica una subida de la pensión máxima, ya que una subida podría no solo anular el efecto recaudatorio, sino incluso aumentar el desequilibrio financiero.

SEPARAR FUENTES SIN CAMBIAR LA NATURALEZA JURÍDICA

Respecto a la separación de fuentes de financiación, los grupos ya alcanzaron un principio de acuerdo en su momento para analizar qué gastos podrían pasar a ser abonados por la Administración Central vía Presupuestos, como pudieran ser los de personal, aunque hay dudas sobre cómo hacerlo.

En todo caso, la propia ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, animó en su comparecencia de esta semana ante la comisión a profundizar en la separación de fuentes, subrayando que estos cambios no tendrían que implicar un cambio en la naturaleza jurídica de las partes afectadas.

Esto es, si gastos como los de personal o pensiones como viudedad u orfandad fueran financiados a través de Presupuestos, no significaría que dejaran de pertenecer al sistema de la Seguridad Social. Desde el Gobierno apuestan por sanear la situación financiera dejando de pagar con las cotizaciones algunas de las prestaciones, pero los grupos de la oposición recelan de esta postura y recuerdan que estas pensiones son igualmente contributivas.

¿UNA CARTA PARA CONOCER LA PENSIÓN FUTURA?

Respecto a los mecanismos de información, la comisión tuvo un encuentro con técnicos de la Seguridad Social para analizar las posibilidades del simulador de pensiones, una herramienta que la propia Báñez destacó durante su comparecencia por realizado más de 9 millones de simulaciones y sobre la que han preguntado otros sistemas públicos, como el francés.

Además, también cobra fuerza la posibilidad de enviar una carta para poder conocer una estimación de la pensión futura. Si bien esta opción despierta dudas por su elevado coste y por considerarlo algunos grupos "anacrónico", el Gobierno tiene previsto reforzar la información que envía por carta tanto a empresas como a trabajadores sobre las cotizaciones abonadas durante la vida laboral.

En todo caso, los grupos matizan que las recomendaciones no dejan de ser meras orientaciones, y que deberá ser el Gobierno, dentro del diálogo social, el que acompañe la revisión con medidas concretas. En este sentido, todos los partidos de la oposición especulan con que acabe aprobando una subida mayor de las pensiones a la resultante del índice de revalorización, que con las actuales previsiones y déficit presupuestario se queda en el suelo del 0,25%.

En su comparecencia este miércoles ante la comisión, Báñez realizó una defensa de este sistema por garantizar subidas, por pequeñas que puedan ser, y recordó que en una mejor situación financiera y perspectivas de crecimiento, la fórmula podría ofrecer subidas superiores incluso a las de la inflación.