Fernández Ordóñez rinde cuentas hoy ante el Congreso por la gestión del Banco de España en la crisis

La comisión de investigación del Congreso de la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro recibe este martes al exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, encargado de supervisar el sector financiero español entre 2006 y 2012. Cuando declaró en la Audiencia Nacional, donde llegó a estar imputado en el 'caso Bankia', defendió su gestión ante el "terremoto" que a su juicio supuso la crisis.

Fernández Ordóñez, que accedió a la gobernanza del Banco de España tras ser secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos del primer Ejecutiva socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, deberá responder por la actuación de la institución durante los años inmediatamente anteriores al estallido de la crisis y su eclosión.

Precisamente, su sucesor en el cargo a partir de 2012 y actual gobernador, Luis María Linde, reconoció que un enfoque "más enérgico" ante la recesión económica podría haber ahorrado parte de los recursos públicos empleados para sofocar la crisis financiera, que según el Tribunal de Cuentas, a cierre de 2015, alcanza los 61.718 millones de euros.

SU SUCESOR RECONOCIÓ QUE NO SE CALCULÓ LA INTENSIDAD

El propio Linde reconoció ante la comisión de investigación que el Banco de España "no anticipó" la intensidad que finalmente adquirió la crisis, aunque se excusó en que, a diferencia de otros países europeos, España no pudo aplicar "un manguerazo" de inyecciones públicas para sanear su banca.

Fernández Ordóñez, que llegó a calificar como "bastante razonable" su gestión de la crisis bancaria durante su mandato, también tendrá que responder ante uno de los acontecimientos más polémicos durante su mandato: la salida a Bolsa de Bankia, por la cual llegó a esta imputado por la Audiencia Nacional, aunque meses más tarde fuera sacado de la investigación judicial.

En su declaración el pasado 16 de marzo ante el magistrado Fernando Andreu, Fernández Ordóñez, atribuyó el desastre del sector financiero español a la burbuja inmobiliaria, errores de inversión y la gobernanza de las cajas por "gestores no profesionales", así como una regulación prudencial, a su juicio, "muy blanda".

"A mí me llega, lo de enterrar a los muertos, como la salida a Bolsa de Bankia, cuando ya todo eso está hecho", llegó a decir ante el juez de la Audiencia Nacional, en una comparecencia en la que aseguró que antes de 2012 ni en el Banco de España ponía en duda la viabilidad de Bankia, que había superado todas las pruebas. "Lo que pasa es que luego pasa un terremoto y el terremoto rompió el puente", justificó.

El exgobernador también aseguró entonces que no conocía las advertencias del inspector José Antonio Casaus, que alertaba de la inviabilidad de la entidad presidida por Rodrigo Rato, subrayando que, en todo caso, este inspector "se equivocó en todas sus predicciones".

"PROVISIONES PINTADAS"

Además de Linde, por la comisión de investigación ya han comparecido por parte del Banco de España el predecesor de Fernández Ordóñez, Jaime Caruana --señaló que la actuación de la institución durante la crisis "no fue suficiente", aunque justificó que "hizo lo que podía hacer con la normativa existente"-- y el primer subgobernador de MAFO, José María Viñals, que criticaba que, mientras que "la supervisión hizo su trabajo, algunas cajas no hicieron el suyo".

Menos complaciente con la gestión de la dirección del Banco de España fue el presidente de la Asociación de Inspectores de esta entidad, Pedro Luis Sánchez, quien llegó a decir que las provisiones con las que Bankia salió a Bolsa estaban "pintadas", y lamentó la ausencia de dimisiones en la supervisión tras el fracaso.