El FMI advierte de la vulnerabilidad de Portugal ante un 'shock' en el medio plazo por el gran nivel de deuda

Así lo señala el organismo tras finalizar la consulta del Artículo IV en su visita o misión oficial al país, donde subraya que, aunque las perspectivas en el corto plazo han mejorado, el nivel de deuda pública se mantendrá elevado y muy por encima del umbral del 85% sobre el Producto Interior Bruto (PIB) más allá de 2022.

De esta forma, la principal vulnerabilidad planteada para el medio plazo es el nivel de deuda, un escenario que deja un espacio fiscal muy reducido para que la Administración pueda ser capaz de reaccionar ante un 'shock' inesperado.

En este sentido, los directores del organismo presidido por Christine Lagarde instan a las autoridades portuguesas a aprovechar las actuales condiciones macroeconómicas para mejorar la resiliencia del sector financiero, asegurar una consolidación fiscal duradera y aumentar el crecimiento económico potencial.

MENOR INCERTIDUMBRE EN EL CORTO PLAZO

El FMI celebra el progreso que el Gobierno luso ha conseguido respecto a la reducción de incertidumbres sobre los riesgos a corto plazo, gracias a su política de contención de gastos, a una mayor estabilidad del sistema financiero y al cumplimiento del déficit fiscal, algo que, de hecho, le llevó a salir del 'brazo' de déficit excesivo de la UE este año.

Asimismo, subraya la recuperación a nivel macroeconómico con un impulso de las exportaciones y de la inversión, a un crecimiento continuo del consumo privado y al sostenido aumento del empleo.

Todo esto ha permitido reforzar la confianza de los inversores y, fundamentalmente, contribuir al estrechamiento de los diferenciales de la deuda soberana desde mediados de marzo.

El FMI pronostica que el PIB de Portugal se situará en el 2,5% este año y que crecerá a un ritmo del 2% en 2018. Respecto a la deuda pública, la sitúa en el 125,7% para el ejercicio actual y pronostica que se reducirá en poco más de tres décimas para 2018, hasta el 122,5%.

El déficit público, por su parte, se situará en el -1,5% en 2017 y se reducirá en una décima para el próximo año, hasta el -1,4%.

En cuanto a la inflación, el organismo internacional prevé que los precios se situarán en el 1,6% en 2017 y subirán hasta el 2% en en 2018, con lo que alcanzaría el objetivo de estabilidad del Banco Central Europeo (BCE).