Una joven estadounidense pierde la mitad de su peso por una conmovedora confesión

La joven, natural de Illinois y de 24 años, ha confesado que se sentía “perdida” y sentía que sólo “comía para morir”. La perjudicial dieta de Jessica incluía dos comidas altas en carbohidratos cada noche, lo que le hizo ganar kilos rápidamente, según informa Mirror.

Jessica seguía comiendo de manera compulsiva hasta que un día, su madre rompió en lágrimas y le confesó que temía que su hija muriera antes que ella. Desde entonces la mentalidad de Jessica cambió y empezó a centrarse en su objetivo: perder peso.

La joven dependienta ha ido compartiendo su evolución en las redes sociales. La estadounidense, que pesaba 177 kilos, ha conseguido adelgazar y quedarse en los 85. En su Instagram comparte todos sus logros, aunque también cuelga fotos de su cuerpo al natural, donde se puede observar toda la piel sobrante fruto de la pérdida natural de peso.

Las respuestas a sus fotografías no se hacen de rogar y, aunque tiene muchas seguidoras que la apoyan, la joven también recibe respuestas negativas sobre su actual físico.

“He llegado a recibir comentarios diciéndome que me suicidara porque mi piel da asco.”, ha confesado. Y ha añadido que “la gente feliz no va por ahí machacando a otras personas.”

Jessica se sometió a una cirugía para reducir el tamaño de su estómago con la finalidad de que se sintiera llena después de ingerir pequeñas porciones de comida. Además de la cirugía, la joven también ha seguido una dieta simple baja en carbohidratos y alta en proteínas a la que acompaña con una buena dosis de cardio.

La joven ha apuntado a que el éxito de su bajada de peso se debe a la correcta planificación de las comidas y ha aconsejado a aquellos que se encuentren en la misma situación que “planifiquen cada comida” y que “tengan aperitivos saludables ya preparados”.

La joven quiere servir de ejemplo a aquellos que pasen por una situación parecida y quiere transmitir la necesidad de amarse a uno mismo a toda la gente de su alrededor. Su meta es llegar a pesar 73 kilos y someterse a una cirugía que le extirpe la piel sobrante.