La obra de Sorolla valorada en hasta 1,3 millones de euros en Sotheby's no encuentra comprador

La venta de esta obra se enmarcaba en la subasta de Pintura Europea, formada por obras de artistas españoles de los siglos XIX y XX, tales como Anglada Camarasa, Joaquin Mir y Joaquin Sunyer hasta Dario Regoyos e Ignacio Zuloaga, así como otros nombres europeos.

El importe total recaudado en la subasta ha sido de 4,3 millones de euros. El cuadro que ha alcanzado un mayor precio ha sido el del pintor romántico Harald Sohlberg, 'The Fisherman's cottage', por el que se ha pagado más de 1,4 millones de euros.

En cualquier caso, gran parte de las pinturas españolas que han salido a subasta han corrido la misma suerte, desde otro Sorolla ('Vuelta de la pesca', valorado en hasta 298.027 euros de salida), un cuadro de Ignacio Zuloaga ('La señora Garay', con un precio de salida de hasta 143.000 euros) o un Regoyos ('Marché en Navarre', valorado en hasta 214.579 euros).

La CEO de Sotheby's en España, Aurora Zubillaga, había señalado en declaraciones a Europa Press que la sección de Pintura Española en esta subasta era destacada y entre las obras destacaba una pieza de Joaquín Sorolla, "un artista que tiene un coleccionismo completamente internacional y que ya en vida tuvo grandes coleccionistas internacionales, sobre todo americanos".

Según destacó, es el impresionista español que pintó incansablemente temas muy comerciales. "Su estilo es único y domina el efecto de la luz como ningún otro artista", añadió.

Respecto a la 'Niños bañándose entre rocas. Jávea', afirmó que fue realizada en 1905 y de esta serie "quedan pocas en colecciones particulares". "Esta serie es, a mi parecer, la más completa y tiene el añadido que los protagonistas son los tres hijos del artista. La calidad pictórica es maravillosa, la luz extraordinaria y el estado de conservación es excelente", subraya.

En cuanto al resto de las obras que componían esta subasta, resaltaba que existía una "relación directa" entre Sorolla y los pintores escandinavos, en particular con la obra de Peder Severin Kroyer, y también con el artista alemán Max Lieberman.

En este sentido, ha indicado que Kroyer y Sorolla expusieron en dos importantes exposiciones juntos en Paris y Kroyer viajó a España varias veces para inspirarse en la luz del Mediterráneo. Al mismo tiempo Lieberman y Kroyer "forjaron una larga e importante amistad" al llegar el alemán a París.