Sitges acoge una desconcertante y feminista 'The Love Witch': "Es un cuento de hadas"

La directora Anna Biller ha llevado este sábado al 49 Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, que se celebra en Sitges (Barcelona), su producción de corte feminista 'The Love Witch' que ha desconcertado a una gran parte del público a la salida, y que la autora ha definido como "un cuento de hadas en un ambiente de realismo psicológico".

En rueda de prensa, Biller ha explicado que su cinta trata de hablar sobre la "experiencia diaria de las mujeres pero un entorno casi mitológico y fantástico", basándose en una chica hechicera que busca el amor, pero en lugar de hacerlo en un entorno naturalista, lo hace en un mundo retro envuelto en el realismo psicológico para reforzar esa lectura onírica.

Preguntada sobre si la cinta debe leerse desde la ironía --ante una excesiva protagonista que busca el amor con una desesperación exacerbada ante hombres que lamentan, por ejemplo, que las mujeres guapas son demasiado tontas y las listas, poco atractivas--, la directora ha dicho: "He hecho la película desde un punto de vista sincero, no irónico".

"Cuando se mira desde un punto de vista irónico es cómo lo mira la cultura contemporánea porque no se toma en serio la mitología", ha asegurado la directora, defensora de un mensaje feminista.

El ensayo 'Placer visual y cine narrativo', de Laura Mulvey, que pone sobre la mesa que el cine está hecho desde la mirada masculina y no para mujeres, ha influenciado gran parte de su trabajo, así como la obra del cineasta Alfred Hitchcock -cuya misoginia ha sido a menudo señalada--.

RELATO TRÁGICO

En sus palabras, la película presenta a "una mujer guapa completamente destrozada por ser convertida en mujer objeto, y no cómo ser amado, que es el problema de muchas mujeres", a las que el mundo les enseña que sólo a través de su belleza pueden obtener la atención masculina, en lo que constituye un relato trágico, ha descrito.

"Incluso usando esas armas la protagonista no consigue ser querida. La tendencia que hay de reírse de mi película se parece mucho al problema del personaje, que considero que no se le toma en serio", ha lamentado la directora, que ha considerado la respuesta del público como un test social.

Sobre la apuesta estética, la directora ha explicado que no tiene vocación de ambientarse en un mundo retro, sino que este ambiente está perfectamente presente en la California actual: "A la protagonista le gusta la ropa retro, la ropa de los personajes es de los actores, y en California la gente conduce sus coches retro".

Preguntada sobre lo más difícil de ser actualmente una directora de cine de género, ha asegurado que es conectar los programadores y públicos y que se entienda su obra: "Lo más difícil es que se te tome en serio cuando no estás siguiendo el paradigma de la subjetividad".

A la salida de la cinta, que ha recibido un aplauso frío, muchos asistentes han comentado la confusión del mensaje de Biller, así como su excesivo metraje, mientras que otros han ensalzado su discurso, especialmente su apuesta estética technicolor.