Ruth Díaz, nominada al Goya por 'Tarde para la ira': "Está claro que habrá reivindicaciones, pero no sé hasta que punto"

En su caso, Díaz ha señalado en una entrevista con Europa Press que, de tener que subir a recoger el 'cabezón', su discurso no sería en clave política. "Si pasara, estaría más volcada en agradecer y compartir el premio con mucha gente, más teniendo en cuenta cómo está la profesión", ha afirmado.

Ésta será la primera gala de los Goya a la que acuda la actriz, quien pese a anteriores reconocimientos en festivales por su trabajo en la cinta de Arévalo, no se ve favorita al galardón.

"Honestamente, no me veo ganando el Goya, creo que hay una actriz muy fuerte que es Anna Castillo, ha hecho un trabajazo y tiene un personaje femenino maravilloso que es el motor de la película. Tiene muchas posibilidades de que ese Goya sea suyo", ha añadido.

La intérprete entiende que ha habido un punto de inflexión respecto a su papel, que fue la concesión del premio a la mejor actriz de la sección paralela del festival de Venecia. "Eso hizo que mi trabajo se pusiera en el punto de mira y fuera observado. Es una suerte y está muy bien que de vez en cuando se ponga de parte de una", ha confesado con humor.

En cualquier caso, gane o no, Díaz cree que no supondrá un "espaldarazo definitivo" a su carrera. "La gente confunde que te den este galardón y te reconozcan el trabajo con que es un fin o que llegas a lo más alto. En esta profesión unos días estás arriba y otros abajo, y el Goya es simplemente un reconocimiento que te ayuda en un momento determinado", ha indicado.

'DEMONIOS' EN EL GALILEO

Díaz estará el próximo jueves 9 de febrero en el elenco de la obra de teatro 'Demonios', que se estrena en el Teatro Galileo. Bajo la dirección de Julián Fuentes, el texto de Lars Noren habla de los sueños incumplidos y de cómo las personas se frustran por ello en la madurez, lo que repercute además en las relaciones de pareja.

En un moderno piso de una moderna capital, Frank regresa a su casa de diseño con las cenizas de su madre en una bolsa. Mientras espera con su mujer la llegada de su hermano, comienzan las discusiones entre ambos y, para evitarlas, deciden pasar la noche con sus vecinos. Aparentemente una pareja perfecta, se irá descubriendo que todos se odian sin remedio.

"Hay un enfrentamiento entre lo que tenemos y lo que realmente queremos, lo que pensamos que necesitamos y lo que realmente queremos. Mi personaje habla sobre la toxicidad de las parejas además, aquellas que se tratan a batacazos pero no son capaces de separarse porque se aman y han creado una especie de círculo cerrado", ha señalado.

CINE Y TEATRO

Así, esta obra traslada al espectador a "una especie de carrusel" en el que las dos parejas discuten y llegan "a sitios muy salvajes que no tienen que ver con lo social: están luchando contras sus demonios". "A veces te metes en esta rueda que es la vida y va tan deprisa que no te das cuentas de lo que quieres y sientes", ha añadido.

Preguntada sobre la alternancia entre las tablas y estar delante de la cámara, Díaz ha resaltado las "ventajas" de ambos. "Los dos medios me gustan: en teatro tienes que llegar hasta la última fila y te abres más en canal, pero el cine me gusta porque te permite ser más sutil, sugerir más que mostrar", ha concluido.