Carmen Martín Gaite, María Dolores Medio, María Luisa Caturla y Juana Bignozzi en 'Clásicas a la carta' de la BNE

La primera sesión, 'Carmen Martín Gaite: de Natalia a Eulalia' del día 3, estará a cargo del catedrático de Historia de la Literatura Española de la Universitat de Barcelona, Adolfo Sotelo Vázquez, quien hará un análisis de la primera etapa de la narrativa de Martín Gaite, desde el testimonio neorrealista de 'Entre visillos' (1958) a la comunicación personal como esperanza de 'Retahílas' (1974).

La sesión del día 10, 'María Luisa Caturla, historia, invención y autoría' será conducida por la historiadora de Arte, Patricia Molins de la Fuente y girará en torno a una mujer que fue conocida por sus investigaciones en archivos y sus hallazgos sobre Zurbarán. Además, Caturla, jugó un papel fundamental en la cultura liberal madrileña de entreguerras, como figura cosmopolita y coleccionista de arte en un momento en el que comenzaba a desplegarse la autoría femenina.

'Todos somos culpables de algo. Novela y autobiografía en la narrativa de Dolores Medio (1911-1996)', será el título de la sesión del día 17, dirigida por la fundadora de la Unidad de Estudios Biográficos en la Universidad de Barcelona, Anna Caballé, quien hablará de las 'Memorias' de la asturiana, escritas en varios volúmenes que permanecen dispersos, así como de la obra 'Atrapados en la ratonera', donde la autora da cuenta de la evolución de la guerra en Oviedo en el invierno 1936-1937.

Además, en como 'Nosotros, los Rivero', 'Diario de una maestra' y 'Celda común', Medio ofrece un retrato profundo de la vida española de su época, pero también de lo que significaba ser mujer y escritora, con lo que se la considera una clara representante de la modernidad de los años 50.

Finalmente, la sesión 'Juana Bignozzi: poesía, arte y política', del día 24, que estará a cargo de la escritora y profesora de la Universitat de Barcelona, Nora Catelli, quien buscará acercar al público a la que es considerada una de las grandes voces de la poesía argentina. Su poesía política niega el sentimentalismo y la ingenuidad, a la vez que reivindica la relación con la severidad del arte clásico.