Ángela Rodicio ofrece una "visión redonda" sobre la influencia de ISIS en jóvenes occidentales en Las novias de la Yihad

Así lo ha declarado la autora en una entrevista con Europa Press, en la que ha afirmado que con este trabajo periodístico --Premio Espasa en su XXXIII edición-- no pretende hacer un ensayo sobre el Califato, sino explicar "cuáles son todas las fases" por las que pasa un joven occidental hasta unirse al Estado Islámico y "por qué tiene esos tentáculos tan absolutos" sobre ellos.

"He querido hacer una visión de todo el fenómeno, desde que alguien normal, occidental, se convierte al Islam, luego al Islam radical, luego es islamista, luego se va al Califato y luego qué pasa allí", ha especificado la autora.

Para ello, Rodicio incluye "testimonios frescos" y "de primera mano" de algunos de estos jóvenes. Así, en plena fase de documentación, cuando se preparaba para viajar a Oriente Medio, el hijo de una amiga suya, estudiante universitario en Londres, le recomendó que viajara a la ciudad británica para entender las razones de enrolamiento al Estado Islámico de estos jóvenes, muchos de ellos estudiantes universitarios.

Una vez allí, entrevistó a alumnos de la Universidad Queen Mary, la tercera en la escala de las mejores facultades de economía, donde casi todos sus estudiantes son extranjeros, procedentes de más de 150 países. Muchos de estos jóvenes pertenecen a una segunda generación de familias originarias de Afganistán, Pakistán, Siria o Irak, según ha comentado Rodicio.

En concreto, el perfil de estos jóvenes, tanto hombres como mujeres, es el de "gente que está vacía y está todo el día en Internet". "En el caso de las mujeres, son hijas, en la mayoría de los casos, de familias desarraigadas, donde no hay mucha comunicación y viven una especie de esquizofrenia entre lo que es su casa, sus padres de origen medio-oriental y luego salen a la calle y viven en una sociedad del siglo XXI como, por ejemplo, Londres, y eso les crea un desarraigo total, necesitan encontrar un sentido de repente a su vida y son carne de cañón", explica.

En este sentido, cobran especial sentido las nuevas tecnologías y las redes sociales. "Si no hubiera sido por las redes sociales no existiría el Califato directamente", destaca Rodicio, quien define al Estado Islámico como "Califato digital". "Todos estos jóvenes se dejan convencer, y si te fijas en lo que sale en los periódicos, se habla de radicalización express, que existe porque existe en las redes", añade.

Para la autora, el conflicto entre Siria e Irak y el Estado Islámico es un tema "complejo" y ha instado a que, "intelectualmente", la sociedad intente entender cuáles son las causas y razones de su origen para poder ponerse en el lugar de estos jóvenes. "Ellos tienen sus razones y te las argumentan muy bien, luego te pones a escarbar un poco y ves dónde está todo lo que falla", sostiene la escritora.

Lo más llamativo de este conflicto es, a juicio de la periodista, la reordenación de las fronteras geográficas, que es para ella una "nueva versión del siglo XXI del gran juego que se dio en Afganistán en el siglo XIX". "Podría decir que son los nuevos sueños de los nuevos adolescentes", añade Rodicio, quien asegura que el Califato es "como el Reino de los Cielos para ellos, la visión ideal de a dónde debería ir toda sociedad musulmana" y que por eso ha tenido tantos seguidores.

IGNORANCIA SOBRE EL TEMA

Para la autora del libro, ha habido "siempre una confusión" con respecto al Islam. "No hay que confundir un islámico con un islamista, un radical violento con alguien que simplemente se dedica a vivir su religión y a defender que es un credo de paz", advierte Rodicio, que afirma que el Islam es como el cristianismo o como el judaísmo, religiones que también cuentan con radicales.

La periodista atribuye esta ignorancia sobre el Estado Islámico y sus orígenes a la falta de periodismo especializado en los medios de comunicación occidentales actuales, los cuales "no dan una idea" sobre los hechos.

Además, según ha señalado, la conclusión "más importante" que ha sacado a raíz de escribir este libro es la desconfianza de los jóvenes en los medios de comunicación. "Me resulta muy doloroso", lamenta.

Rodicio insiste en la falta de conocimiento sobre el Estado Islámico, pues, en su opinión, no se puede entender lo que está sucediendo ahora en Mosul si no se tiene un mapa en el que se incluya cuáles son todos los grupos étnicos religiosos de la zona --en Irak había hasta 14 credos religiosos distintos, según comenta--, que son, cada uno, utilizados por las grandes potencias para sus fines geoestratégicos.

"Este fenómeno que ha derivado en el Califato es muy complejo, creo que se está explicando mal o no se ha explicado directamente, y estos jóvenes no beben de las fuentes del periodismo occidental a pesar de que viven en una sociedad occidental, beben de lo que les pasan por Internet, y de ahí deriva el gran malentendido, en mayúsculas, que les lleva a irse a esta zona", concluye la periodista.