La policía de Aspen, Estados Unidos, busca a un desconocido que entró en una galería de arte con una intención muy clara. El hombre, ataviado con una gorra y unas gafas de sol, se dirigió a un cuadro de Christopher Wool valorado en 3 millones de euros y lo destrozó cortándolo con un cuchillo. Después huyó del lugar.