Descubren la parte del cerebro que produce que los enfermos de esquizofrenia oigan “voces”

La esquizofrenia es una enfermedad que repercute a la salud mental a largo plazo y que puede provocar a quien la sufre delirios y alucinaciones auditivas. Alrededor del 70% de quienes sufren esta enfermedad “oyen voces” en su cabeza que, según el momento, pueden ser agradables o amenazantes.

Por primera vez, los científicos han identificado la parte del cerebro que produce esas voces y también por primera vez han llevado a cabo ensayos clínicos controlados usando pulsos magnéticos aplicados al cerebro a través del cráneo, según informa The Telegraph.

El tratamiento que se denomina ‘estimulación magnética transcraneal’ ha sido eficaz con otras afecciones psiquiátricas y, aunque se había propuesto su uso para tratar las alucinaciones auditivas, aún no se habían realizado los suficientes ensayos.

Más de un tercio de los pacientes tratados con pulsos magnéticos en un ensayo clínico experimentó una reducción "significativa" en las alucinaciones auditivas, según han explicado investigadores del equipo francés.

La profesora Sonia Dollfus, de la Universidad de Caen, ha sido la principal investigadora del estudio y ha presentado los resultados de la prueba en el 30º congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología 2017 de París donde declaró: “Hemos demostrado que el tratamiento con alta frecuencia TMS es eficaz con algunos pacientes, aunque hay un largo camino por recorrer antes de saber si el TMS es el mejor camino para tratar a estos pacientes a largo plazo."

En el estudio participaban dos grupos de pacientes: 26 de ellos fueron tratados con los pulsos magnéticos, mientras que los otros 33 restantes fueron tratados con un placebo.

El primer grupo de pacientes recibió una serie de pulsos magnéticos durante dos sesiones al día durante dos días sobre la parte del lóbulo temporal del cerebro, que se asocia con el lenguaje.

Dos semanas más tarde, casi el 35% de los pacientes tratados informó de una "significativa" disminución en la audición de las voces. Sólo el 9.1% de los pacientes que integraban el grupo del placebo informaron de la misma disminución.