En busca del videojuego universal y accesible

Por unos días, Barcelona se ha convertido en la capital del videojuego. La primera edición del Barcelona Games World ha apostado fuerte con la presencia de reconocidas figuras internacionales del sector. Pero la principal atracción no ha estado tanto en los juegos sino en el cómo se juega. El videojuego quiere hacerse universal. Llegar incluso a los se sienten torpes jugando. Para ello cuenta ahora con un potente aliado. La realidad virtual. Adiós a la combinatoria imposible de botones. Hasta títulos especialistas en reventar mandos, para los que era necesario incluso hacer un master, intentan ahora facilitar la entrada a los recién llegados. Otros llevan años sabiendo mantener la atención de sus seguidores al tiempo que atraen nuevos adeptos. Es lo que le pasa a una de las sagas más longevas, Final Fantasy. El Barcelona Games World ha permitido ver títulos que ya empiezan a sacar partido a la potencia de las nuevas máquinas. Largas colas para viajar en el tiempo. Y ver en primicia una reimaginada Nueva Orleans a finales de los 60. Echarse unos triples. O hacerse un selfie con tu personaje favorito. Pero el nuevo ocio dominante no está reñido con lo antiguo. En la cada vez más popular pasión por lo retro, también las nuevas consolas vintage han tenido su sitio. El videojuego ya empieza a escribir capítulos en sus propios libros de Historia.