Dolores Redondo, premio Planeta 2016: "Tengo la sensación de que a los académicos del Nobel leer no les va mucho"

"Bob Dylan me parece estupendo y no digo que no sea magnífico, pero es un músico, no se puede leer. Por eso tengo la sensación de que a los académicos no les va mucho esa actividad", ha reiterado Redondo, quien ha participado en Madrid en un acto de presentación de las dos novelas finalistas, junto a Marcos Chicot ('El asesino de Sócrates').

Ambos escritores han abordado la temática de sus dos obras más recientes, coincidiendo en que tocan temas relacionados con la actualidad. 'Todo eso te daré' cuenta la investigación que pondrá en marcha para averiguar los motivos de la muerte de su compañero sentimental Manuel, acompañado por una 'extraña pareja' de baile, el guardia civil Nogueira.

Redondo ha apostado en esta ocasión por abandonar el Valle del Baztán para trasladar su trama a la Ribeira Sacra, un lugar "exigente" que encaja entre sus preferencias narrativas. "No me gustan los lugares de postal ni fáciles, que no pongan a los personajes en climas de hostilidad. La Ribeira reúne toda esa belleza hermosa que, a la vez, es exigente", ha aseverado.

La presentadora del acto, la periodista Julia Otero, ha bromeado con Redondo respecto a esta elección y, siguiendo con Galicia, ha hilado con la dedicatoria de la autora a su padre --"un gallego en todos los sentidos"-- para preguntarle si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es también ese tipo de gallego.

"Sin ninguna duda, es un gallego en todos los sentidos. Es una mezcla de tristura, pachorra, que no sabes si sube o baja, si ha pensado y qué es lo que ha pensado. Como mi padre", ha contestado con humor Redondo.

LA CRUELDAD EN LAS NOVELAS DE REDONDO

En cualquier caso, 'Todo esto te daré' vuelve a tratar temas universales que atraen a la autora de la 'Trilogía del Baztán'. Por un lado, Redondo nos habla de "la impunidad" de una familia a la que parece no afectar las tropelías que cometen algunos de sus integrantes, gracias a unas prebendas adquiridas con el paso de los años. "El problema de esta impunidad no es que exista, sino que alguien la acepte. Eso me repugna", ha lamentado la escritora vasca.

Por el otro lado, recupera la crueldad de algunos de sus personajes, una cualidad que en ocasiones "supera" a Redondo. "Mucha gente me pregunta cómo soy capaz de escribir cosas tan terribles, pero para mi es una manera de cribar una realidad insoportable", ha asegurado, tras calificar a su nueva obra de "novela de apariencias y perversiones".

Por su parte, Chicot retrocede en su novela 'El asesinato de Sócrates' hasta el siglo V a. de C. para trasladar al lector a las guerras entre atenienses y espartanos, con la figura del filósofo de fondo. "Quería mostrar a la persona más que al filósofo: al padre, al marido y al amigo, que es un gran desconocido todavía hoy en día y se convierte en personaje de 'thriller'", ha aseverado.

Chicot habla de los años de esplendor de Atenas, gobernada por Pericles --"un hombre sabio que no ambicionaba el enriquecimiento que no se puede comparar a nadie de hoy en día"--, aunque matiza que ese 'periodo dorado' de sabiduría tenía su "pequeña trampa".

DESMITIFICAR EL MUNDO ANTIGUO

"Hay que desmitificar ese Mundo antiguo y Atenas, porque si ellos podían dedicar mucho tiempo a pensar y a las artes, era porque tenían un gran imperio detrás extremadamente cruel con otros países conquistados y a los que les cobraban grandes tributos para que lloviera el dinero", ha alertado.

Chicot, un estudioso de ese mundo antiguo, ha invertido tres años para escribir este trabajo y un año y medio para la documentación, con el resultado de una novela "de injusticias, crueldad y egoísmo". El autor, que ya recibió varios premios por su anterior novela, 'El asesinato de Pitágoras', ha hablado de esta decisión de novelizar crímenes de figuras famosas como "algo saludable, porque lo contrario, si no escribes, es olvidar".

El presidente de Planeta, José Creuheras, ha abierto el acto destacando que el Premio Planeta es "la culminación en su máxima expresión" de uno de los objetivos de la editorial, el de "descubrir el mayor número de lectores". "Miramos el premio con mucho orgullo y ahora podemos decir que, de media, en cada casa española hay un ejemplar ganador del Planeta y un finalista", ha concluido.