Era, hasta la tarde de este martes, el dirigente político más anciano del planeta. Cuatro décadas llevaba en el poder Robert Mugabe en Zimbabue. Con 93 años, ha dimitido. El golpe militar y la división en su propio partido le han impedido dejar atada y bien atada la sucesión en favor de su esposa. La alegría ha estallado en las calles porque termina una tiranía, pero el futuro del país es impredecible.