Desánimo en la cueva: muere un buzo y los niveles de oxígeno caen en picado

El buzo voluntario Samar Kunan estaba convencido de que participaría en el rescate de los niños de Tailandia, pero no ha sido posible porque se ha quedado sin oxígeno cuando volvía de la cueva. Su cadáver ha sido recibido con todos los honores en la capital, Bangkok. Su muerte ha caído como un jarro de agua fría. Un desánimo al que se une la caída en los niveles de oxígeno en la gruta. Ha descendido en un 15 por ciento, porque las decenas de voluntarios comparten el aire con los niños y de momento no hay ninguna vía para que el aire se renueve. Los voluntarios siguen drenando el agua y confiando en dar con una solución a esta complicadísima solución.