Conductor de Cabify: "Me dispararon una bala del calibre 22"
Ocurrió cuando esperaba una clienta en pleno centro de Barcelona, muy cerca de la Sagrada Familia. Una bala del calibre 22 penetró por una de las ventanas traseras de su coche y pasó muy cerca de su cabeza. El proyectil cruzó el espacio interior del vehículo hasta impactar en un altavoz. Si alguien hubiera estado sentado en la parte trasera del coche, la bala le habría dado en la pierna. Los Mossos investigan el caso. Es el más grave registrado. Al que hay que sumar ya centenares de desperfectos. Retrovisores rotos; ventanas y lunas, hechos añicos; la chapa de decenas de coches, rallada o abollada, y las ruedas pinchadas. Así en más de un centenar de vehículos de Uber y Cabify destrozados por los taxistas. A los coches dañados, incluso volcados, se suman las agresiones a los conductores en todo el país. Ataques que dificultan el entendimiento. Los conductores VTC exigen poder trabajar sin miedo a ser agredidos y en condiciones de seguridad. Consideran que la actitud de los taxistas es un chantaje al Gobierno.