Muy gradable, así es como se puede definir lo que se puede encontrar los bañitas de la Playa de la Malvarrosa en Valencia. Allí han conseguido crear un arrecife artificial, todo un deleite para los buceadores y al que ahora se han empezado a hacer las primeras visitas dos años después de su puesta en marcha. Y es que han conseguido atraer a cientos de especies marinas que se habían alejado de la costa. Para comprobarlo sólo hay que sumergirse a 4 metros de profundidad.