Agreden en manada pero no de forma individual. Los psicólogos dibujan el perfil de los cinco sevillanos acusados de violar a una joven en San Fermín. Aseguran que son gente perversa, que cosifica a la mujer y que en el momento de la agresión no está pensando en las consecuencias. Tampoco cuando graban la agresión. Lo que buscan es un trofeo de su hazaña, presumir sin ser conscientes de que ese video será la prueba clave de su delito.