La opinión de Gabilondo: 3 de abril

“Es muy positivo que Urkullu apoye mociones de censura contra ANV si no rechaza las amenazas de ETA en Gara. Todos estamos de acuerdo con él cuando dice: "Si ANV no rechaza esas amenazas de ETA, no alcanza el mínimo ético y moral exigible a un representante democrático". Ahora bien, ¿cómo es posible que no exigiera eso mismo a ANV cuando unas pocas semanas antes el ex concejal socialista Isaías Carrasco era asesinado? ¿La amenaza es un límite ético y no lo había sido el asesinato? Contradicción inexplicable. Luego está la contradicción orgánica. Recordemos que Egibar había dicho que este tipo de mociones de censura no contribuyen a la normalización. Que el presidente de un partido y su portavoz expresen posiciones radicalmente distintas en asunto de este calado pone de manifiesto la existencia de un enorme problema. Algo mucho más gordo que el viejo y resobado desacuerdo entre pactistas y soberanistas. Si entran en la página web del PNV lo primero que leerán es que le caracteriza una concepción trascendente de la existencia. Es su primer renglón. Pues bien, tantos años de jugueteo táctico en la frontera con el tema de la violencia le han producido una herida enorme en el mismo centro de su pensamiento. Importan sus pactos, pero importa sobre todo el principal pacto que tiene pendiente: consigo mismo”.