Tras muchas luchas y charlas con sus nietos para que redujeran sus salidas nocturnas, la misión de 'El Charro' ha llegado a su fin. Sus nietos le acompañaron al aeropuerto, pero él no podía volver a Barcelona sin antes darles una importante lección de vida. "Me ha dado pena porque lo hemos pasado muy bien, pero por otro lado hemos podido descansar porque todos los días nos daba charlas y más charlas", ha contado Kiki.