Madre e hija por fin tienen tiempo para retomar asuntos pendientes como comprar unas cortinas para su casa. Pero antes Noemí tiene que subir al coche de su madre para llegar a la tienda de decoración. Derrapes, volantazos... Raquel tiene una manera peculiar de conducir, y Noemí pasa mucho miedo cuando se sube con su madre a un coche.