Miguel es ganadero en Orense, donde continúa la batalla contra el fuego. Miguel ya ha perdido 4 vacas y cree que serán más por falta de pasto: “El dinero que había para comida se gastó en verano invirtiendo para tener la comida para el invierno. A mí me llegó la miseria ahora, no en la crisis”. Además, denuncia que no tuvieron ayuda, sino que fueron los propios vecinos quienes hicieron frente al fuego.