En la celebración de María del Carmen y Antonio, de 81 y 76 años, no hay gritos ni aplausos. Ellos se emocionan en silencio. La pesadilla de este matrimonio de sordomudos y analfabetos comenzó en 2005 cuando avalaron con su piso una hipoteca de uno de sus hijos, que les engañó. Su historia, que sobrecogió a todos los vecinos del pueblo madrileña de Pinto, ha tenido un final feliz.