Un grupo de aproximadamente 300 'hooligans' llegaron escoltados por la policía a la plaza de la Bolsa de Bruselas, para después ser dispersados por los disturbios que habían ocasionados. Allí, arrojaron cubos al suelo, mostraron pancartas y se pelearon con los asistentes, llegando a tirar al suelo de un puñetazo a un hombre que se encaró a ellos. La policía, que primero los escoltó, desalojó a los ultras con mangueras.