Ante la propuesta de Podemos, Irene Montero apuntaba una consecuencia “evidente” de formar un gobierno “es decidir cómo se va a configurar ese equipo de gobierno” y añadía que otra de las consecuencias es que para un gobierno de coalición, la fuerza más votada asuma la presidencia y la segunda, Podemos, la vicepresidencia. Además, se dirigía al PSOE para decirle: “Diría al PSOE que no hay que tener miedo a hablar de los equipos, el trabajo colectivo y la confianza se construye formando equipos de trabajo”.