La policía alemana ofrecía una recompensa de 100.000 euros por Anis Amri, autor del atentado con un camión en un mercadillo navideño de Berlín. Los policías le dieron el alto y el sospechoso le disparó al grito de “Alá es grande”, hiriendo a uno de los polícías en el hombro. En la mochila de Amri, que acababa de llegar a Milán procedente de Francia, había un billete de tren.