“Europa no puede aceptar a todos aquellos que quieren una vida mejor y tenemos que mandarles de vuelta a sus países”, decía Víktor Orbán, primer ministro húngaro, en el Congreso del PP europeo y Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos, apuntaba: “Me preocupan los aplausos y los vítores de Mariano Rajoy a un xenófobo como Víktor Orbán, que cierra sus fronteras e incumple los acuerdos internacionales y los derechos humanos más básicos”.