La comunidad y el ayuntamiento han comprado productos financieros que cuestan 247 y si se cancelan cuestan 402 millones más, apuntaba Javier Ruiz y Rita Maestre, portavoz del ayuntamiento, apuntaba: “Es muy pronto para decir si ha habido mala fe pero lo evidente es que no se ha utilizado con cariño, cuidado y rigor los recursos del ayuntamiento”.