Alejandro Herrera, ingeniero aeronáutico, explicaba que “a priori” no hay ningún elemento “que llame la atención” para explicar lo sucedido en el accidente de Germanwings, por lo que es necesario analizar la caja negra encontrada y buscar la otra. Además, añadía que el hecho de que el aparato tuviera 25 años no tiene por qué “ser significativo” si se han pasado todas las revisiones y reparaciones necesarias.