"Teníamos una jornada de ocho horas porque era lo que tenía que ser, un contrato, muchas veces indefinido, gracias a ese contrato teníamos derecho a vacaciones, que son un derecho. Amigos, vosotros merecéis lo mismo que teníamos nosotros y lo mismo que disfrutó Luis de Guindos y usted, han destrozado en cuatro años un siglo de lucha, un siglo de derecho", decía Cristina Fallarás en su carta al ministro.