Amadora pide ayuda para recabar más alimentos en el banco de alimentos de Lugo, del que dependen 1.750 familias y al que ahora se a unido un nuevo perfil de persona necesitada. "Se han incorporado personas que están trabajando, pero con unos salarios tan bajos y miserables que no les alcanza para pagar alquiler, hipoteca, luz, agua, gas y comer. La mayoría son autónomos y contratados por media jornada. Con 600 o 700 euros no da para pagar todo", dice Amadora.