La frase que nunca hay que decir en una entrevista condena a Raquel: “Estas cosas son muy difíciles de perdonar”

Carmen Navarro, molesta: "Nunca he dicho que no cuando me han ofrecido algo"
Los centros Carmen Navarro buscan una esteticista corporal y ofrecen un contrato fijo
Raquel es una de las candidatas al puesto de esteticista corporal que ofrece Carmen Navarro, empresaria y dama de la belleza y de la estética, en uno de sus centros de Madrid. Busca a una persona apasionada por este trabajo, con experiencia y “buenas manos”, preferiblemente entre 20 y 45 años. Ofrece un contrato fijo y un sueldo entre los 11.500 y los 18.000 euros brutos anuales.
La propia Carmen Navarro y la directora de comunicación de sus centros, Magdalena Pérez, son las encargadas de entrevistar a Raquel y de decidir si es la persona idónea para el puesto. Todo empezó muy bien: la aspirante es una persona con experiencia, muy espiritual y creativa. “Me encanta crear. He hecho maquillaje social y artístico”, explicó Raquel durante la entrevista. Entre otras cosas, ha trabajado pintando barrigas de embarazadas. A Carmen Navarro le pareció muy interesante y también destacó el interés de la aspirante por el reiki, una práctica espiritual que proviene de Japón y que cree en el alivio de muchas enfermedades a través de la energía transmitida con las manos. “Es bonito”, comentó la jefa, “pero actualmente nosotros todo esto no lo hacemos”.
Una pregunta muy típica de las entrevistas de trabajo es que el candidato exponga cuáles son sus debilidades en el ámbito laboral. Raquel habló de que la aparatología no es su fuerte. Carmen Navarro no lo vio como un obstáculo: “Eso no es problema. Si tú quieres aprender te lo vamos a ofrecer”, le dijo a Raquel. Pero la candidata no parecía muy convencida: “Ahora mismo no es lo que me inspira”. Estas palabras calaron en Carmen y parece que acabaron por decidir el futuro de Raquel en la empresa: “Lo más importante para trabajar aquí es tener muchas ganas de aprender. Me preocupa relativamente. Quiero a una persona con muchas ganas de aprender y trabajar”.
Pese a que la entrevista de Raquel había ido como la seda, en este punto parece que la conexión entre las tres mujeres se rompió. “Nunca he dicho que no cuando me han ofrecido algo. Estas cosas son muy difíciles de perdonar”, sentenció la fundadora de los centros Carmen Navarro.
