Le apodaban ‘El loco del chandal’, pues con esa prenda violó a 16 mujeres, entre las que se encontraban varias menores, llegando a matar a una de ellas. Le condenaron a 169 años de cárcle, pero con la doctrina parot no ha llegado a estar preso, ni 20. Ahora vive en el pueble sevillano donde residen sus padres. No reconoce su culpa ni se arrepiente de nada. Tras salir en libertad, no tiene ningún tipo de vigilancia especial. No quiere tener pareja porque asegura que llaman al 092 por cualquier cosa.