House a una paciente: “Tranquila soy médico, tus tetas espectaculares no son nada para mí”

El crío que no tiene antecedentes de asma y es un niño que pertenece a los ‘Moon’. Cuando House escucha el caso lo primero que dice es: “Ha tenido un ataque de pánico por el estrés dile a los padres que no le regañen por las noches, el mundo también necesita camareros”.

En un principio creen que se trata de un inesperado síndrome de muerte súbita y le tratan como si fuese neumonía y buscan toxinas en su casa.

Con el tema de los sueños por bandera todos empiezan a tener sueños eróticos y House es uno de ellos que sueña que hace el amor con Dominika y se lo cuenta a Wilson mientras éste trata a una paciente que está semidesnuda: “Tranquila soy médico, sus tetas espectaculares no son nada mí”. A continuación se vuelve a referir a James, que anonadado le retira a una esquina de la sala: “Me he acostado con Dominika, el rigor fue pasarme la seda, ya sabes, dientes, testículos…”, James no quiere seguir escuchando.

Mientras el crío se queda sin pulso y tienen que utilizar las palas porque entra en parada hasta que vuelve a recuperar el ritmo cardíaco y queda estable.

El abuelo del niño tiene otra teoría: que le han robado el alma porque está convencido de que al padre del chico también se la robaron. El equipo médico hace una ecografía para ver el pericardio pero da negativo y empieza a sufrir un fuerte dolor abdominal agravado con estreñimiento.

House habla con su equipo médico sobre el caso ante los extraños síntomas: “‘Den ton li gua’ que significa sois una panda de gilipollas en ‘moon’, o no. No lo sabeís porque no hablaís ‘moon’ y el abuelo tradujo lo que quería oír. Porque si su nieto está poseído su hijo está poseído que está a un paso de gigante de ser un psicópata blandiendo un martillo”.

House habla con Dominika a la que es incapaz de confesar que la van a denegar la ciudadanía y descubre dos cosas de ella: “Tienes puntería y gozas leyendo libros de física cuántica cagando”. A lo que Dominika le contesta: “Leo en la bañera”. “Mejor imagen”, responde House.

El crío continúa empeorando y sueña que su abuelo le estrangula mientras duerme pero aparecen unos extraños hematonas alrededor del cuello. Deciden hacer una biopsia al hígado pero la cosa se vuelve más rara al encontrar al niño levitando sobre la cama.

A House parece no sorprenderle la noticia: “Abracadabra, fijaos so idiotas en mis patas de cabra, el yayo mata- gorrinos es quien mueve la varita”. House habla con Foreman para que su abuelo le trate a su manera, cosa que a House no le hace mucha gracia: “Montamos una nueva política de qué prueba lo que sea y yo llamaría a Shakira para que haga la danza del vientre cantando el waka waka”.

House vuelve con su equipo de nuevo y es escéptico a la hora de tratarlo: “Si curamos al niño ahora el abuelo loco y sus avalorios mágicos se llevan el mérito. Lo que me importa es no enviar a mamá al mundo teniendo fe en la fe, el crío está mejor muerto”. Al final House sentencia: “He decidido solo por hoy, respetar vuestras opiniones, es una orden, suerte”.

Dominika decide reconfortar a su marido tras un mal día y éste se deja pero suena el móvil de la oficina de la ciudadanía y ella lo coge. Las noticias son malas, hace las maletas y se va de la casa.