La madre de Atenea, sin trabajo, se niega a dar más dinero a su hija para salir de fiesta por miedo a que sufra otro coma etílico. Cada vez que le niega algo, Atenea destroza todo lo que pilla por delante, incluso el televisor. Ni las palabras de su abuela le hacen recapacitar: "Yo con esta situación estoy sufriendo lo que nadie sabe".