Después de que sus padres le prohibieran la entrada a casa, Jero busca un nuevo refugio para Andrés, que no es otro que una cuadra. El joven se niega a dormir en ese sitio porque, según él, no es “ni un perro ni un caballo”, y sale huyendo. “Tu comportamiento es lo más parecido al de un animal salvaje cuando pierdes el control”, le recrimina el ‘Hermano Mayor’. ¿Habrá accedido finalmente Andrés a pasar la noche en el establo?