Mi padre es mi entrenador: 10 trucos para saber cómo gestionarlo

Felipe Rodríguez
04/12/201717:09 h.Sabemos que no te gusta que tu padre sea el entrenador o, al menos, preferirías que no lo fuera. Pero no te queda más remedio. Él fue quien te metió el amor por ese deporte que ahora amas y, para colmo, te apuntó al club donde están tus amigos. Por todo esto parece difícil que decidas irte a entrenar a otro club.
No eres el único, no estás solo y sabemos que no es fácil. Les hemos preguntado a muchos chicos y chicas de tu edad y a muchos atletas profesionales que pasaron o pasan por la misma situación que vives tú. Lo primero: te diremos que tampoco es tan grave y que seguro que en un futuro no solo te alegrarás de la situación que ahora vives, sino que además le podrás sacar mucho partido. Tus compañeros nunca tendrán la suerte de poder entrenar al lado de su padre.
Está claro que la mejor situación entre un entrenador y sus jugadores, o sus atletas, es que no exista una relación familiar. Vamos, que lo mejor sería que tu padre no fuese tu entrenador. Podría ser peor y que tu padre no tuviese la formación adecuada y solo lo hiciese por echar una mano en el club, eso sí que de verdad sería un problema. Si tu padre tiene experiencia y formación no habrá ningún problema y eso lo descubrirás con el tiempo.
La realidad del deporte base en nuestro país es la que es y, por desgracia, en ningún deporte sobran los entrenadores. Y si además hablamos de entrenadores con formación específica y experiencia, ya no digamos.
Para saber más de cómo te sientes y cómo podemos ayudarte no nos hemos metido en internet a ver qué cosas hay escritas y que tú mismo podrías leer. Hemos hablado con entrenadores padres, madres, y con chicos y chicas de tu edad, pero también con técnicos profesionales, atletas olímpicos. Vamos, que hemos buscado todas las posibilidades para que no solo te sientas identificado en alguno de estos modelos sino que también puedan servirte todos nuestros trucos.
El primer consejo que te damos, que es el que te dará todo el mundo, es que te lo tomes con naturalidad. Pero como igual eso es algo complicado para ti porque seguramente ves cómo te exigen bastante más que a cualquier compañero -esto nos lo han dicho desde niños de 10 años hasta capitanes de selecciones olímpicas- te vamos a dar 10 trucos para sobrellevar que tu padre sea también tu entrenador.
En casa llámale papá y en el entrenamiento por su nombre: un truco tan sorprendente como efectivo el que nos dieron Antonio Ortiz (atleta e hijo de olímpico) y Alvar Gimeno (internacional e hijo de una internacional en balonmano). Dicen que al principio es un poco raro pero que se acostumbraron rápidamente. Incluso Matías Tudela (capitán de la selección olímpica de rugby) nos reconoce que ni siquiera ha llamado papá a su padre nunca, siempre lo hace por su nombre de guerra ‘Jim’ desde que lo entrenó en su época de cadete.
Si te exige más, da más: Todos los deportistas encuestados para este artículo nos han asegurado lo mismo. Absolutamente todos, sin distinción, nos dicen que siempre su padre les exigió más como entrenador que cualquier otro preparador que hayan tenido en su disciplina deportiva. Así que, tienes que tener claro que si tu padre te entrena y te exige más que a los demás, no es que seas el único, es que pasa en el 100% de los casos.
No hagas caso de comentarios de fuera: Si tu padre te pone en el equipo es porque mereces estar en el equipo y si no te pone es porque no lo mereces. Tan claro y tan fácil como eso. Lo complicado puede venir en los comentarios de fuera pero como asegura Pablo Feijoo (seleccionador olímpico de rugby): “Te puedes lamentar y pensar que no vale la pena seguir o luchar por demostrar en el campo que en el que lo que has luchado es tuyo”.
Sigue sus consejos como los de otro entrenador: Es normal que te entren las preocupaciones antes de arrancar una temporada en la que tu padre será tu entrenador pero al final, como te acabamos de decir solo puedes superarlo con normalidad. Tu padre es entrenador mucho antes de que tú llegarás a su equipo. Así que, si tienes dudas de comportamiento pregúntale en casa y si las tienes sobre el juego hazlo en los entrenamientos. Si él está formado y tiene experiencia, será tu primera ayuda y siguiendo sus consejos es posible que no te haga falta más. Así nos lo ha contado David Hombrados que le tocó entrenar a su hijo en su equipo de balonmano infantil.
Celebrad juntos los éxitos y compartid los fracasos: Si pusiéramos en una balanza los éxitos y los fracasos en el deporte seguro que los segundos pesaban mucho más que los primeros. En cualquiera de los casos tienes la suerte de tener a tu padre siempre al lado. Además, como será un entrenador formado y con experiencia te ayudará a saber gestionar las alegrías y las penas, que serán muchas, que te dará tu deporte.
Vete con él a casa después del entrenamiento: Por muy enfadado que estés o muy grande que haya sido la bronca que te haya echado tu padre como entrenador durante la sesión, tienes que sacar fuerza para irte con él tras el entrenamiento. A partir de que terminéis de entrenar, tu preparador vuelve a ser tu padre, no lo olvides. Irte con él a casa ayudará a normalizar la separación entre padre y entrenador. Como dicen Aitana y Estrella, hermanas y gimnastas: “No te queda otra que volver con tus padres y normalmente en el coche se resuelven todos los problemas antes de llegar a casa”.
Vuestra casa no es ni un campo, ni una pista, ni un gimnasio: si por ti fuera nunca te llevarías deberes a casa. Pues esto es lo mismo: no traslades lo que pasa en el entrenamiento a tu casa porque estarías tratando a tu padre y a tu entrenador como la misma persona y aunque lo sean, no lo son. Nos lo cuenta Dani López (jugador de fútbol juvenil) que es capaz de pasarse tres partidos seguidos en el banquillo y seguir llevándose bien con su padre y mal con su entrenador aunque sean la misma persona.
Busca tu espacio como hijo y deja al atleta a un lado: hace unos años el subcampeón mundial de los pesos ligeros de boxeo, el argentino Alberto ‘El Negri’ Sicurrella, daba una entrevista en la que decía: "Mi viejo nunca faltó a ninguno de mis combates. Es más, muchas veces él llegó antes que yo a los lugares donde tenía que pelear”. Para ‘El Negri’ su padre era su mejor amigo, su mayor crítico y su más fiel seguidor. Pero con los años le tocó estar en la esquina ayudando a Franco, su hijo mayor, que se subió al ring para seguir con el apellido Sicurella dentro del boxeo. Cuando le pregunté a Sicurella como gestionó aquello me dijo que el truco es fácil. Franco en casa siempre se comportó como un hijo y en el gimnasio como un boxeador. Así que, en la medida de lo posible, separa las figuras y no te será tan incómodo.
Hablad en casa sobre vuestro deporte pero no sobre vuestro equipo: Muchos entrenadores/padres lo dicen. Si sois apasionados de vuestro deporte no dejéis de verlo en la tele y comentarlo con vuestros hijos/atletas. Pero siempre hablando del deporte en general no de vuestro equipo en particular.
Aprovechad para que vuestro padre/entrenador os enseñe vuestro deporte a fondo: Seguido a lo anterior, más que un consejo esto una ventaja. Podréis comprender mejor el deporte si con quien lo veis en casa es con un entrenador. Así que esto no solo es bueno para vuestro rendimiento sino también muy recomendable que disfrutéis a tope del deporte en casa con un padre/entrenador al lado.
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Felipe Rodriguez. Es entrenador nacional y exjugador de rugby. Ha sido, durante seis años, selecionador sub 16 de la Comunidad de Madrid además de director de las Escuelas del Club de Rugby Alcalá, actualmente entrena al club KREAB Alcobendas, en categoría sub-18.