Aitor y Alfonso se han en-can-ta-do, a pesar de que el asturiano ha estado muerto de la vergüenza durante toda la cita. A Aitor, la timidez de su cita le ha parecido sumamente tierna (como de “bebé”) y ha intentado por todos los modos robarle un beso, pero en la he dicho firmemente que EN LA TELE, no. ¡Esperemos que se lo hayan dado fuera!