Ro, el soltero de los esquejes de ‘First Dates’, sorprende a Carlos Sobera: “Quiero un ‘perrofla’”

Roberto es un amante de las plantas y va robando esquejes en todos lados: “Pongo nombres a mis plantas”
Javier, la cita de Ro en ‘First Dates’: “Tengo devoción por los maestros filofofos”
Ver ‘First Dates’ (02/02/23), online y completo en Cuatro
Roberto, ‘Ro’ para sus amigos, ha entrado en ‘First Dates’ con un esqueje de monstera o costilla de Adán y le ha explicado a Carlos Sobera que él es muy dado a robar esquejes de las plantas que se va encontrado. Le apasionan las plantas, tiene la casa llena y les pone nombre y todo “La Flores, la Momía, la Moco…”.
En el amor no ha encontrado a alguien que le valore lo suficiente. Él como persona no binaria se pone lo que le apetece y opta mucho por el mercado de segunda mano para no contaminar. De hecho, está buscando a un tipo que sea “perrofla” y si puede ser aficionado a la “yonkilata” le gusta la gente que da “leche”, o un poquito de perreza según le ha explicado al presentador.
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Javier, su cita, no tiene pinta de ir por la calle con la yonkilata y se ha definido como un tipo “pasota, paso hasta de mi misma vida”. Al verle, Ro ha tenido la sensación de que era una persona “muy guay”, pero que no era el prototipo que a él le solía gustar. Lo mismo que le ha pasado a Javier “me suelen gustar los hombres de metro ochenta, rubios y de ojos azules, pero hay que tener los pies en la tierra”.

La primera impresión no ha sido buena, pero no hay nada que un buen esqueje no pueda arreglar y los solteros se han puesto a conocerse. Ro es de Madrid aunque le sale un falto acento malagueño que su cita ha detectado porque es de Cádiz.
Javier le ha contado a Ro que estaba estudiando pedagogía, pero que le hubiera gustado haber hecho humanidades con francés, y él ha alucinado al saber que sabe hablar el idioma vecino. Ro va a ir este año a París porque le ha regalado un viaje a su hermana. Antes trabajaba diseñando moda y no cotizaba, pero ahora está en el mundo de la hostelería.
El soltero ha querido saber si Javier conocía a las Niñas de Sevilla, un grupo de drags y ha aprovechado para contarle que él es drag y que le apasiona ese mundo. Javier estaba perdido porque en su pueblo no hay nada de eso y no se ha terminado de creer que aquí en Madrid se conozca todo el mundo de la noche.

Respecto a sus relaciones sentimentales, los dos han descubierto que se habían encontrado con hombres equivocados y que se habían vuelto un poco haters en el amor. De hecho, Javier se había propuesto no serlo tanto y Ro está intentando fijarse solo en mujeres o hombres no binarios.
Los dos han coincidido en que la gente solo busca relaciones sexuales y a ellos eso les da bastante pereza, prefieren encontrar a alguien con quién pasárselo bien o uno “que me ponga a cuatro patas contra la pared”. A Javier le atraen los “maestros filofofos” y Ro ha querido que le aclarara ese concepto. El soltero se refería a los chicos bohemios y alternativos, que en realidad son “unos mindundis que están en un banco comiendo pipas y sus padres se lo pagan todo".

A Ro le ha encantado el concepto y ha sentido que a él también le gustaban los “filofofos”. En el momento de la decisión final, los dos han coincidido en que les había gustado mucho conocerse, que habían estado muy cómodos juntos, pero que ninguno había sentido nada especial como para tener una segunda cita romántica.