Aunque Pamplona es una ciudad muy tranquila de día, las noches de los fines de semana cambian por completo el ambiente que se respira en la ciudad. Las drogas y el alcohol se convierten en algo habitual para muchos jóvenes y la policía trata de impedir que sus efectos terminen con peleas. Además, el consumo de estas sustancias en menores es cada día más habitual, algo que puede afectar en su desarrollo,